Unos seis millones de dominicanos viven en zonas vulnerables en el país y desde este lunes primero de junio vuelven a correr el peligro de inundaciones ante el inicio de la temporada ciclónica. Una de los tantos pueblos que siempre sufre las inundaciones es Bonao, cuyos ríos se han desbordados en varias ocasiones amenazando vida humanas. Dentro de casitas de zinc y cartón, muy comunes en las orillas de los ríos Yuna y Masipedro, al igual que otras personas, aseguraron que las inundaciones le han dado muchos tragos amargos. Las pocas opciones de ubicación obligan a los afectados a quedarse en las orillas de estas fuentes acuíferas y es que hasta los niños perecen haber escuchado del inminente peligro que representa vivir en este lugar. En tanto, los residentes en las riveras del Yuna reclaman su reubicación en lugares donde sus vidas no corran peligro. Mientras las construcciones en el área avanzan, la prohibición del gobierno de habitar en zonas vulnerables, se queda en el limbo.
Esta foto del periodista Miguel Hernández, muestra a este pobre joven (indigente), con varios meses recoriendo las calles de Bonao, sin que las autoridades competente hagan algo al respecto. Este pobre ser humano, tiene más de dos meses “viviendo” donde le coja la noche, esta tarde estuvo paseando frente al cuartel policial de aquí de Bonao, el guardia de servicio lo vió y dijo "Ni palla voa mira", en la misma entrada principal de la dotación policial fue fotografiado por el periodista Hernández . Este indigente desnutrido y falta de cucharas, se baña desnudo y hace sus necesidades fisiológicas a la vista de todo el mundo. La permanencia a la intemperie, harapiento y desnutrido de este pobre loco, se ha convertido en espectáculo para los transeúntes que a diario se desplazan a pie y en vehículos por calles de Bonao. El hombre, con visibles signos de trastornos mentales, tiene su mente en blanco, por lo que las autoridades de Salud Pública tienen que hacer algo para que el es
Comentarios