El ex presidente peruano Alberto Fujimori fue condenado a 25 años de prisión por cargos de violación a los derechos humanos, considerados "crímenes contra la humanidad" por el tribunal, según el fallo leído este martes en Lima, el cual señaló de inmediato que apelará. El tribunal señaló que el ex mandatario, de 70 años, permanecerá 25 años en prisión (de los cuales ya ha cumplido 2) que finalizan el 10 de febrero de 2032, y que además tendrá que pagar indemnización a 29 agraviados por un valor total de 90.000 dólares. El juez César San Martín, presidente del tribunal, señaló en un tono severo que se habían probado crímenes de homicidio calificado y secuestro agravado, que configuran "según el derecho internacional, crímenes contra la humanidad". El magistrado indicó que se había probado la "autoría mediática" de Fujimori, según la cual las acciones de quienes perpetraron las dos matanzas y los dos secuestros que se juzgaban correspondían a una política de Estado diseñada por él. "Los cuatro cargos objeto de imputación se encuentran probados, más allá de toda duda razonable, por consiguiente la sentencia que se emite es condenatoria", dijo el juez. Apenas se conoció la sentencia, Fujimori consultó con su abogado, César Nakazaki, y le dijo a San Martín que apelará la sentencia. "Señor presidente, interpongo recurso de nulidad", dijo Fujimori, fórmula para señalar que recurrirá a la apelación.
Esta foto del periodista Miguel Hernández, muestra a este pobre joven (indigente), con varios meses recoriendo las calles de Bonao, sin que las autoridades competente hagan algo al respecto. Este pobre ser humano, tiene más de dos meses “viviendo” donde le coja la noche, esta tarde estuvo paseando frente al cuartel policial de aquí de Bonao, el guardia de servicio lo vió y dijo "Ni palla voa mira", en la misma entrada principal de la dotación policial fue fotografiado por el periodista Hernández . Este indigente desnutrido y falta de cucharas, se baña desnudo y hace sus necesidades fisiológicas a la vista de todo el mundo. La permanencia a la intemperie, harapiento y desnutrido de este pobre loco, se ha convertido en espectáculo para los transeúntes que a diario se desplazan a pie y en vehículos por calles de Bonao. El hombre, con visibles signos de trastornos mentales, tiene su mente en blanco, por lo que las autoridades de Salud Pública tienen que hacer algo para que el es
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