La muerte por la Policía de dos muchachos de 13 años de edad, el sábado en la autovía del Este, vuelve a llamar la atención sobre la creciente participación de jovencitos en múltiples crímenes y delitos. Conforme a las versiones, Yamarco Sánchez y Anderson de la Cruz tenían a su corta edad un prontuario de robos y atracos a mano armada digno de temibles profesionales de la criminalidad. Sánchez era incluso perseguido por la muerte de la adolescente Karina Mejía Morla, ocurrida el 30 de diciembre en La Romana. No se puede olvidar que un muchacho de 15 años es el principal acusado del asesinato de la mayor de la Policía Paula Mercedes, ocurrido el 5 de octubre en la urbanización Claret y que entre los sospechosos de la muerte del médico y coronel retirado Nicolás Guaroa Santana también figura un menor de edad. De manera  que tan alarmante como la propia violencia callejera es la participación de menores en la vorágine sangrienta.
 La muerte por la Policía de dos muchachos de 13 años de edad, el sábado en la autovía del Este, vuelve a llamar la atención sobre la creciente participación de jovencitos en múltiples crímenes y delitos. Conforme a las versiones, Yamarco Sánchez y Anderson de la Cruz tenían a su corta edad un prontuario de robos y atracos a mano armada digno de temibles profesionales de la criminalidad. Sánchez era incluso perseguido por la muerte de la adolescente Karina Mejía Morla, ocurrida el 30 de diciembre en La Romana. No se puede olvidar que un muchacho de 15 años es el principal acusado del asesinato de la mayor de la Policía Paula Mercedes, ocurrido el 5 de octubre en la urbanización Claret y que entre los sospechosos de la muerte del médico y coronel retirado Nicolás Guaroa Santana también figura un menor de edad. De manera  que tan alarmante como la propia violencia callejera es la participación de menores en la vorágine sangrienta.
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