BONAO.- La mañana de ayer Eddy Taveras arrojó al zafacón 12 libras de pollo, 10 libras de chuleta, dos jamones picni, una lata de salsa de tomate grande, dos barras y media de queso amarillo, una funda de vegetales y más de 30 jugos, porque se dañaron dentro del refrigerador de su colmado. Hace varios días que no vende refrescos, agua en botellitas y cervezas frías y ha tenido que devolverle el dinero a decenas de sus clientes que les han devuelto salamis, jamón, quesos y otros artículos refrigerados que les han llegado en estado de descomposición. Y es que, según explica, los apagones no le han “sacado el guante de la cara” y se prolongan hasta por 12 horas consecutivas, con el agravante de que cuando se restablece el servicio energético sólo disfrutan de él por dos horas. Su colmado se encuentra en el barrio Prosperidad, donde amas de casa describieron como desesperante la situación que padecen desde el pasado fin de semana por las prolongadas interrupciones del servicio energético. “No podemos ni tomar agua fría para combatir el calor. Para disponer de ropa limpia tuve que levantarme a las 4:00 de la mañana el pasado martes a lavar y no pude terminar, porque la luz se fue poco tiempo después”, dijo Ángela Evangelista. Las interrupciones del servicio eléctrico no han perdonado ni a los habitantes de los barrios que disponen del servicio 24 horas, según manifestaron. “Se me dañaron varias cajas de cerveza y todos los vegetales que compré a principios de semana. Esto es un fastidio, porque los chelitos que pude ganarme esta semana ya los perdí con estos incómodos apagones”.
Esta foto del periodista Miguel Hernández, muestra a este pobre joven (indigente), con varios meses recoriendo las calles de Bonao, sin que las autoridades competente hagan algo al respecto. Este pobre ser humano, tiene más de dos meses “viviendo” donde le coja la noche, esta tarde estuvo paseando frente al cuartel policial de aquí de Bonao, el guardia de servicio lo vió y dijo "Ni palla voa mira", en la misma entrada principal de la dotación policial fue fotografiado por el periodista Hernández . Este indigente desnutrido y falta de cucharas, se baña desnudo y hace sus necesidades fisiológicas a la vista de todo el mundo. La permanencia a la intemperie, harapiento y desnutrido de este pobre loco, se ha convertido en espectáculo para los transeúntes que a diario se desplazan a pie y en vehículos por calles de Bonao. El hombre, con visibles signos de trastornos mentales, tiene su mente en blanco, por lo que las autoridades de Salud Pública tienen que hacer algo para que el es
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