BONAO.- Un sacerdote mexicano que regresaba a su país y el conductor de una camioneta murieron esta mañana, y otros tres religiosos de Colombia, Venezuela y España resultaron heridos, al volcarse el vehículo en que viajaban desde La Vega hacia el aeropuerto internacional de Las Américas. El sacerdote fallecido fue identificado sólo como Luis, quien regresaba a México luego de cumplir una misión religiosa en el Colegio Agustiniano de La Vega, informó el párroco de esta ciudad, Antonio Subeidia. En el vuelco también murió el chofer José Osvaldo Peña, de 38 años, nativo de La Vega y residente en la calle Profesor Juan Bosch 100, de esa ciudad. Resultaron heridos los sacerdotes Juan Alberto Cárdenas, de 44 años, colombiano; Fabio González, de 33, venezolano, y Francisco Robles, de 45 años, español, quienes fueron internados en el Centro Médico Bonao. El accidente ocurrió a las 7:00 de la mañana en el kilómetro cuatro de la autopista Duarte, entre Bonao y La Vega, donde sufrió el vuelco la camioneta Toyota placa EX 01885 que conducía Peña. Los cadáveres del sacerdote mexicano y del conductor de la camioneta fueron trasladados al hospital Pedro Emilio de Marchena, de esta ciudad. El párroco de aquí gestionaba la entrega de las víctimas. Se informó que el sacerdote mexicano y los demás extranjeros vinieron a una misión religiosa en el Colegio Agustiniano de La Vega, donde se congregan los padres agustinos. El accidente ha causado consternación entre los sacerdotes y la comunidad católica de aquí y de La Vega.
Esta foto del periodista Miguel Hernández, muestra a este pobre joven (indigente), con varios meses recoriendo las calles de Bonao, sin que las autoridades competente hagan algo al respecto. Este pobre ser humano, tiene más de dos meses “viviendo” donde le coja la noche, esta tarde estuvo paseando frente al cuartel policial de aquí de Bonao, el guardia de servicio lo vió y dijo "Ni palla voa mira", en la misma entrada principal de la dotación policial fue fotografiado por el periodista Hernández . Este indigente desnutrido y falta de cucharas, se baña desnudo y hace sus necesidades fisiológicas a la vista de todo el mundo. La permanencia a la intemperie, harapiento y desnutrido de este pobre loco, se ha convertido en espectáculo para los transeúntes que a diario se desplazan a pie y en vehículos por calles de Bonao. El hombre, con visibles signos de trastornos mentales, tiene su mente en blanco, por lo que las autoridades de Salud Pública tienen que hacer algo para que el es
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Cordialmente,
Fr. Carlos R. Morales, OSA
colegioagustiniano@gmail.com
Martha Leon
marthaleons@yahoo.com