BONAO.- Aunque la Constitución de nuestro país expresa que las huelgas es un derecho que tienen los pueblos de expresar su inconformidad con un determinado gobierno, no es menos cierto también que deba ser el último recurso para exigir de un gobernante poner atención a sus problemas en una determinada localidad del país. Lo que ha pasado en Bonao raya la necedad de un grupo reducido que se creen que tienen derecho a pensar por nosotros y a poner un pueblo trabajador en zozobra permanentemente sin importar si se desarrolla o no. El más reciente llamado a huelga por parte de la Coordinadora de Organizaciones Populares de Bonao (COPOBO), si es que se puedes llamar huelga reivindicativa dejó por mal parado a sus convocantes. Entendemos que los reclamos son justos y siempre lo apoyaremos, pero el método debe ser revisado, porque llegará el día y momento que quienes los enfrentarán no serán los cuerpos represivos entiéndanse policías, sino la población sensatas que esta cansada de estos desordenes. No es posible que para pedir luz rompamos los medidores, quemar postes del tendido eléctrico, quemar neumáticos no importa donde, talar árboles en un pueblo que habla tanto de ecología, hacer peajes y apedrear símbolos culturales como la plaza del maestro Bidó, obstruir el tránsito entre otras bellaquerías. Los que organizan deben ser mas responsables, pero también deben pagar por los desordenes, un articulo de la ley de Medio Ambiente 64-00 dice que quien daña paga, creo que se hace oportuno poner en práctica eso para poner freno a esta sinvergüenza. La huelga, perdón digo el desorden de un grupo paso y me pregunto de manera impotente que pasará con quienes llamaron a huelga ¿fueron hecho presos o pagarán los daños?, no todo se quedará así y vendrán más desordenes y todo se quedará igual. Estos grupos muchas veces cuentan con padrinazgo de parte de nuestras autoridades que solo ven los votos que puedan sumarle diferentes sectores no importa lo que pase en su comarca.
Esta foto del periodista Miguel Hernández, muestra a este pobre joven (indigente), con varios meses recoriendo las calles de Bonao, sin que las autoridades competente hagan algo al respecto. Este pobre ser humano, tiene más de dos meses “viviendo” donde le coja la noche, esta tarde estuvo paseando frente al cuartel policial de aquí de Bonao, el guardia de servicio lo vió y dijo "Ni palla voa mira", en la misma entrada principal de la dotación policial fue fotografiado por el periodista Hernández . Este indigente desnutrido y falta de cucharas, se baña desnudo y hace sus necesidades fisiológicas a la vista de todo el mundo. La permanencia a la intemperie, harapiento y desnutrido de este pobre loco, se ha convertido en espectáculo para los transeúntes que a diario se desplazan a pie y en vehículos por calles de Bonao. El hombre, con visibles signos de trastornos mentales, tiene su mente en blanco, por lo que las autoridades de Salud Pública tienen que hacer algo para que el es
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