Inoportuno y feo espectáculo el que ofrecen las autoridades al  enfrascarse en una discusión sobre el auge del narcotráfico, que de alguna forma las distrae de las  investigaciones para aclarar la masacre del martes en Baní. Con todo lo preocupante que se ha tornado la proliferación de drogas, el escarceo aporta muy poco tanto a la lucha contra el flagelo como a las investigaciones sobre la ejecución de los siete extranjeros en Ojo de Agua, Paya. Hace tiempo que el territorio es inundado de cocaína y heroína que son introducidas por diferentes vías. Lo ha reconocido el Presidente de la República y lo saben hasta los chinos de Bonao. Pero es suspicaz que sea precisamente ahora cuando desde el oficial y otros sectores comiencen las acusaciones contra las propias autoridades sobre una realidad dolorosa, que ha estado a la vista. Nunca antes la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) había sido tan tenaz contra el narco, pero la proliferación de la sustancia es tan abundante que ha desbordado la capacidad de la nación. Y no es que no haya gente de poder en el criminal negocio
 Inoportuno y feo espectáculo el que ofrecen las autoridades al  enfrascarse en una discusión sobre el auge del narcotráfico, que de alguna forma las distrae de las  investigaciones para aclarar la masacre del martes en Baní. Con todo lo preocupante que se ha tornado la proliferación de drogas, el escarceo aporta muy poco tanto a la lucha contra el flagelo como a las investigaciones sobre la ejecución de los siete extranjeros en Ojo de Agua, Paya. Hace tiempo que el territorio es inundado de cocaína y heroína que son introducidas por diferentes vías. Lo ha reconocido el Presidente de la República y lo saben hasta los chinos de Bonao. Pero es suspicaz que sea precisamente ahora cuando desde el oficial y otros sectores comiencen las acusaciones contra las propias autoridades sobre una realidad dolorosa, que ha estado a la vista. Nunca antes la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) había sido tan tenaz contra el narco, pero la proliferación de la sustancia es tan abundante que ha desbordado la capacidad de la nación. Y no es que no haya gente de poder en el criminal negocio
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