Amable Aristy Castro acaba de ver derrumbar su principal carta de presentación de nunca haber perdido unas elecciones, al experimentar, si se quiere de manera vergonzosa, su primera derrota en las urnas al quedar en un lejano y decepcionante tercer lugar en las elecciones presidenciales que acaba de celebrar el país y en las que el dirigente reformista participó, por primera vez, como candidato presidencial. Amable Aristy viene a romper una cadena de triunfos dentro y fuera de las urnas, que lo llevaron a repetir varias veces como congresista y últimamente como secretario de la Liga Municipal Dominicana, cargo que actualmente ocupa por segunda ocasión seguida. Con cierta frecuencia, sobretodo en etapas electorales como esta, el “rey” de Higüey se jactaba de resaltar y poner de relieve que políticamente siempre ha sido un ganador, un triunfador y que nunca había perdido, a excepción de ahora cuando recibe una aplastante derrota, previsible desde que fue escogido candidato de su partido en medio de objeciones y denuncias de fraude por parte de su entonces contrincante Eduardo Estrella. Hay quienes consideran que Amable pudo evitar ver romper su racha ganadora estableciendo temprano una alianza en primera vuelta, ya que conocía en términos sinceros las escasas posibilidades que le otorgaban las encuestas que venían midiendo la intención del voto de cara a este proceso electoral. Sin embargo, desde un principio el candidato reformista no quiso dar su brazo a torcer, por lo menos aliándose al oficialismo, y se cree que en algún momento habría llegado a ponderar una alianza con Miguel Vargas Maldonado y el Partido Revolucionario Dominicano, pero se dice que los números reales le indicaban que tampoco conducían a un triunfo de esa unidad, por lo que finalmente decidió jugársela solo. Con poco más de un 4 por ciento de estas votaciones generales, el Partido Reformista Social Cristiano y lo que queda de su dirigencia habrán de llevar a cabo un profundo y serio proceso de revisión y reestructuración, con miras a evitar la desaparición definitiva de esa herencia política del extinto Joaquín Balaguer
Esta foto del periodista Miguel Hernández, muestra a este pobre joven (indigente), con varios meses recoriendo las calles de Bonao, sin que las autoridades competente hagan algo al respecto. Este pobre ser humano, tiene más de dos meses “viviendo” donde le coja la noche, esta tarde estuvo paseando frente al cuartel policial de aquí de Bonao, el guardia de servicio lo vió y dijo "Ni palla voa mira", en la misma entrada principal de la dotación policial fue fotografiado por el periodista Hernández . Este indigente desnutrido y falta de cucharas, se baña desnudo y hace sus necesidades fisiológicas a la vista de todo el mundo. La permanencia a la intemperie, harapiento y desnutrido de este pobre loco, se ha convertido en espectáculo para los transeúntes que a diario se desplazan a pie y en vehículos por calles de Bonao. El hombre, con visibles signos de trastornos mentales, tiene su mente en blanco, por lo que las autoridades de Salud Pública tienen que hacer algo para que el es
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