Según reporte que nos llegaron desde Honduras la bachata encontró un importante lugar en esta nación centroamericana y el público que se dio cita en el Coliseo Nacional de Ingenieros de Honduras se rindió ante la embestida de las canciones de Héctor Acosta (El Torito). Si bien la cartelera presentaba dos agrupaciones de merengue y una de reguetón, el género de amargue se enquistó en la fiebre de la ola juvenil cuya presencia hizo quedar pequeño el establecimiento deportivo con capacidad para 10 mil personas. Héctor Acosta es un ídolo de multitudes aquí y lo dejó establecido en este concierto producido por DAM Productions. A el Torito le llegó turno a las 12:30 y el mega-cantante nativo de Bonao Héctor Acosta, "El Torito", estremeció el coliseo desde que subió al escenario con el éxito "Quizás sí, quizás no" y a partir de entonces el público no volvió a ocupar sus asientos. Desde ese momento un solo coro se escucharía en el popular aforo enclavado en el centro de Tegucigalpa. "Perdóname la vida" y "Primavera azul", bastaron para dejar establecido que El Torito es un ídolo en este país. Cuando terminaba cada canción el público lo aclamaba: "¡Torito! ¡Torito! ¡Torito! recibiendo del artista la reverencia que ya es parte de su estilo. Héctor continuó el recorrido por su repertorio con "Me voy" (El Anillo), tema que ocupa la posición número uno en las estaciones hondureñas de música tropical; "Sin perdón" (Uno quiere pa' que lo quieran), "No pude quitarte las espinas", "Cómo te olvido", y repitió "Me voy" para despedirse, muy en contra el público, a la 1:15 de esta madrugada.
Esta foto del periodista Miguel Hernández, muestra a este pobre joven (indigente), con varios meses recoriendo las calles de Bonao, sin que las autoridades competente hagan algo al respecto. Este pobre ser humano, tiene más de dos meses “viviendo” donde le coja la noche, esta tarde estuvo paseando frente al cuartel policial de aquí de Bonao, el guardia de servicio lo vió y dijo "Ni palla voa mira", en la misma entrada principal de la dotación policial fue fotografiado por el periodista Hernández . Este indigente desnutrido y falta de cucharas, se baña desnudo y hace sus necesidades fisiológicas a la vista de todo el mundo. La permanencia a la intemperie, harapiento y desnutrido de este pobre loco, se ha convertido en espectáculo para los transeúntes que a diario se desplazan a pie y en vehículos por calles de Bonao. El hombre, con visibles signos de trastornos mentales, tiene su mente en blanco, por lo que las autoridades de Salud Pública tienen que hacer algo para que el es
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