BONAO.- La Secretaría Medio Ambiente y Recursos Naturales ordenó el “cese definitivo de la extracción de materiales en los cauces y riberas de los ríos” y dio un plazo de 90 días a las empresas que se dedican a ese negocio para que desmonten sus instalaciones. La medida está contenida en la resolución 16-2007 firmada por el secretario de Medio Ambiente, Max Puig, con fecha del pasado viernes pero dada a conocer ayer. “Se ordena el cierre definitivo de las actividades de extracción de materiales llevadas a cabo en los cauces y riberas de todos los ríos a nivel nacional, a partir del día 10 del mes de noviembre del año 2007”, establece la resolución.
Dispone, asimismo, que en lo adelante las fuentes para la extracción de materiales serán las canteras secas situadas lejos de ríos. “La fragilidad y los niveles de vulnerabilidad a que han sido expuestos los acuíferos donde la extracción indiscriminada de agregados ha tenido su aportación, obliga a la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales a requerir la aplicación de una medida inmediata de interés nacional”, expresa la resolución. El documento cita al río Yuna como una de las fuentes más afectadas por la extracción indiscriminada de materiales. “El salto hidráulico del sifón del canal Nizao-Najayo muestra una enorme y peligrosa erosión aguas abajo, y los trabajos hasta hoy realizados no son suficientes para darle una protección adecuada al mismo”, expresa.
Dispone, asimismo, que en lo adelante las fuentes para la extracción de materiales serán las canteras secas situadas lejos de ríos. “La fragilidad y los niveles de vulnerabilidad a que han sido expuestos los acuíferos donde la extracción indiscriminada de agregados ha tenido su aportación, obliga a la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales a requerir la aplicación de una medida inmediata de interés nacional”, expresa la resolución. El documento cita al río Yuna como una de las fuentes más afectadas por la extracción indiscriminada de materiales. “El salto hidráulico del sifón del canal Nizao-Najayo muestra una enorme y peligrosa erosión aguas abajo, y los trabajos hasta hoy realizados no son suficientes para darle una protección adecuada al mismo”, expresa.
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