Concluido el asueto de Semana Santa, con su estela de muertos y heridos en accidentes diversos, a partir de mañana lunes la población retorna al escenario múltiple de la vida real matizado por una escenografía convertible para acoger los montajes de drama, comedia y tragedia que suele presentar el teatro cotidiano. La función estelar que aguarda al auditorio nacional lo representa sin dudas el tema de la reforma constitucional que pondrá en escena la Asamblea Revisora. Aunque las primeras notas críticas emanadas de ámbitos políticos y académicos no resultan del todo favorables, se da por descontado que el espectáculo se montará por todo lo alto, aún cuando la concurrencia ha sido enterada o al menos sospecha cómo será el final de lo que aún no se define como comedia o farsa. Aún así, son altas las expectativas en torno al papel que tendrá cada uno de los senadores y diputados miembros de la Asamblea Revisora en torno al discutido proyecto de reforma constitucional. El aspecto más dram...