BONAO.- Más que las precarias condiciones del espacio en las que dan servicios en el hospital provincial de Bonao, Doctor Pedro Emilio de Marchena, lo que preocupa al personal médico y de enfermería de este centro de salud, es que en el cualquier momento la estructura colapse.
Dado lo vieja que resultaba la estructura y las deficiencias que hoy exhibe, el centro fue incluido en el grupo que ameritaba una remodelación, pero el necesario proyecto de un centro de salud de vanguardia para esta provincia parase estar lejos.
El hospital fue construido en el 1952, y es uno de los 57 centros intervenidos para remodelación y adecuación que inició hace más de tres años el Ministerio de Salud Pública.
Los trabajos de reconstrucción se iniciaron, pero fueron detenidos a los pocos meses cuando el ingeniero a cargo de la obra descubrió tras estudios que el mismo no aguantaba una remodelación más, pues en cualquier momento la estructura podía derrumbarse, según contó la directora del centro Caridad Acosta.
El último proceso de remozamiento al que se sometido el centro, fue en el 2004, en el gobierno de Hipólito Mejía.
El más reciente intento de intervención del Pedro Marchena implicó la reducción de casi un 50 por ciento de las áreas del hospital, y otras como la neonatal, fueron suprimidas, lo que empeoró las condiciones para ofrecer las atenciones propias, que ya eran limitadas debido a infuncionalidad de varios equipos fundamentales como un sonógrafo y equipos para rayos X, que estaban prácticamente fuera de servicio porque su vida útil terminó.
La ambulancia también está fuera de servicio por, tampoco funcionan los ascensores. Ante estas condiciones la doctora Acosta, asegura que han podido dar respuesta a la demanda, aunque reconoce que hay momentos que tienen situaciones, pero que son manejables.
El hospital da respuesta a una población de más de 150 mil habitantes.
A pesar que no han dejado de dar los servicios fundamentales, porque dice que afortunadamente cuenta con el recurso humano para los mismos, es motivo de preocupación el hecho de que el hospital se le venga encima en cualquier momento.
La inquietud de las enfermeras, si bien no dejan de lado el posible colapso, van más allá y son las precariedades con las que se trabaja.
El centro, pese a ser un hospital provincial no cuenta con una unidad de cuidados intensivos. El mayor grueso de pacientes llega ingresado por traumas, pero como dice la directora, el equipo, es intermitente, a veces funciona y otras no.
Enfermeras detallan que la sala de parto, por ejemplo, está llena de filtraciones lo que constituye un riesgo para las parturientas. Las áreas de postparto, y preparto, cuando deberían estar en espacios separados, pero que por la mutilación antes de la remodelación fueron reubicada esas áreas en escasos espacios y pobres condiciones. Las servidoras reclaman atención para la salud en Bonao, porque entienden que este es un riesgo.
Temen desplome del Marchena...Dicen que el centro se quedó sin área de aislamiento tras la reducción, por lo que se ven forzadas a tener pacientes con neumonía o tuberculosis en salas normales, poniendo en riesgo a los demás pacientes.
Pese a las filtraciones, el deterioro de la estructura y el aspecto de abandono que pueden presentar algunas áreas, el hospital exhibe condiciones de higiene y no tiene, al menos en internamiento, una sobrepoblación.
Durante un recorrido se observaron mayoría de las camas vacías. Pero tiene otras limitaciones, especialmente en el área de laboratorios, donde no se realizan las pruebas bacteriológicas. También por antigüedad de los equipos, dejó de funcionar, pero el centro no puede con los escasos recursos que recibe adquirirlo, tampoco darle mantenimiento porque los insumos para estas pruebas son muy costosos, dice la directora.
Nuevo centro en el limbo. Luego de conocida las condiciones de la edificación y descartado el proyecto, la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado, que asumió la construcción y remodelación de los hospitales, dio el primer picazo en el terreno donde se edificaría el nuevo centro, pero en el terreno solo se aprecia el montón de arena que se usó para el acto del que hará el próximo 3 de mayo un año.
La obra del nuevo hospital ha sido dejada de lado, sin que se tengan los motivos claros. La propia directora dice que según le explicaron, habían algunas limitantes legales, el terreno al parecer no estaba deslindado y pertenecía a varios dueños. “Qué ha pasado que no ha iniciado el proyecto, yo no lo sé, pero si se ha dicho que la Oisoe va a iniciar el mes que viene”, dice Acosta.
Sin embargo, más adelante admitió que se les dijo que ellos no estaban en el presupuesto y de iniciarse el proyecto sería con la asociación de fondos especiales. El monto aprobado para la remodelación fue de 53 millones de pesos. Ella dice que esa suma en la construcción del nuevo hospital se iría solo en el terreno.
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