Por MARINO BAEZ decaraalsol.net@gmail.com Por cultura e intereses muchas veces económicos, los colombianos son reinsidentes en el secuestro de personas, principalmente profesionales y empresarios de otros latitudes, que con el paso del tiempo y mediante el trabajo contínuo hacen de su modus vivendis el néctar para acomodarse y pasar el resto de su vida, pero muchas veces la envidia es tan promiscua que le tronchan el camino y sus derechos. Han transcurrido dos pesados años y siete meses en que se generó el secuestro y desaparición del ingeniero agrónomo, nativo de Bonao (provincia Monsenor Nouel), José Rafael Sánchez Valerio, secuestro que aparentemente por complicidad o quizás por desinterés no ha causado ningún impacto en las autoridades dominicanas y colombianas, en el marco de las investigaciones. Cuanta tristeza sienten los familiares de este destacado profesional dominicano que decide abandonar su pais en busca de un mejor desarrollo, mientras el gob...