BONAO.-Después de un día cargado de acción, de fiestas, parrandas, tragos y comidas, la resaca se hace inminente, y contrario al estado de energía exhibido con anterioridad, la resaca transforma esa situación de ánimo en sueño y deseos de descansar. Es una condición que se da todos los años y como consecuencia de esa sobrecarga, el día que sigue a la Nochebuena se come lo que quedó el día anterior, y si se pasó de tragos o se comió demasiado, lo apetecido son los caldos, jugos y otras opciones ligeras. Este ambiente se refleja en las principales arterias comerciales del centro histórico de Bonao, las que ayer lucían desoladas en horas del mediodía, contrario a lo que ocurrió el 24 cuando era prácticamente imposible transitar o caminar y el caos imperaba en las calles y aceras. Sin embargo, esta es una condición que durará hasta las primeras horas de la tarde, pues muchos de los que se desplazaron hacía los diferentes pueblos para pasarla con sus parientes y amigos, recogían su equipaj...