El presidente de EEUU, Donald Trump, esperó a primera hora de la mañana para contraatacar con las informaciones que vinculan al fiscal general, Jeff Sessions, con una presunta injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales.
De hecho el actual secretario de Justicia optó por inhibirse de cualquier investigación relativa a los vínculos con Moscú cuando apenas habían pasado 24 horas de la publicación de sus contactos con el embajador ruso, Sergey Kislyak.
La respuesta mediática del mandatario volvió a llegar a través de su cuenta de Twitter, donde acusó a Barack Obama de haber pinchar sus comunicaciones de la Torre Trump un mes antes de las elecciones.
"¡Qué bajo ha caido el presidente Obama pinchando mis teléfonos durante el sagrado proceso de las elecciones. ¡Esto es Nixon/Watergate. ¡Mal (o enfermo) tío!", escribió el magnate.
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