Unos turistas se toman una foto para luego regresar a un restaurante en Biscayne Boulevard, el jueves cerca de downtown Miami.....
Las calles de Miami se tomaron un día de descanso forzado el jueves, en espera de los efectos del huracán Matthew, que se esperaba afectaría el área como tormenta tropical. Por suerte no hubo mayores consecuencias para la Ciudad Mágica.
Aun así en áreas como Brickell, downtown y La Pequeña Habana, la mayoría de los negocios y oficinas cerraron, se detuvo el transporte público y hubo muy pocos transeúntes y conductores en la calle.
En las paradas techadas de autobús, en las aceras y debajo de los elevados solo estaban las personas sin hogar a las que los equipos de asistencia del Fideicomiso para Desamparados y la Policía de Miami no habían contactado aún, o que rehusaron ser transportados a refugios.
La ciudad también cerró los parques y suspendió servicios como la recogida de basura. El alcalde Tomás Regalado dijo a la prensa la noche de ayer jueves que los empleados de departamentos operacionales, como desperdicios sólidos, obras públicas y parques, volverían sus labores el viernes.
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