Con su ciclo con los Yanquis de Nueva York cerca del final tras más de una década de polémica, Alex Rodríguez proclamarse sentirse tranquilo: “Pase lo que pase, estoy en paz conmigo”.
Luego de canjear a cuatro veteranos para planificar con miras al futuro, los Yanquis no tendrían uso alguno para un bateador designado de 41 años de edad con promedio de .205 y que jugado poco o nada en el último mes.
“Creo que puedo contribuir”, dijo Rodríguez el martes. “Puedo seguir siendo útil en el camerino. Caso contrario, tengo a dos hijas bellísimas en Miami esperando por mí”.
A falta de cuatro jonrones para los 700, Barry Bonds (762), Hank Aaron (755) y Babe Ruth (714) son los únicos que superan a A-Rod en la lista de todos los tiempos.
Pero todo parece indicar que no podrá alcanzar el hito con los Yanquis, que quieren darle pista a sus promesas jóvenes tras desprenderse de Carlos Beltrán, Aroldis Chapman, Andrew Miller e Iván Nova por una decena de prospectos.
“¿Qué si lo veo con muchos turnos al bate en el futuro cercano?”, dijo el manager Joe Girardi. “No. Probablemente no, por varios de los cambios que posiblemente vamos a hacer”. Rodríguez cobra un salario de 20 millones de dólares este año y recibirá otros 20 en 2017, la última temporada de un acuerdo de 275 millones por 10 años. Semejante cantidad de dinero complica poder traspasarlo a otro equipo, lo que alimenta las conjeturas de que será colocado en asignación para entonces darlo de baja.
El dueño Hal Steinbrenner, al ser entrevistado el martes por ESPN radio, dijo que la directiva del equipo no ha abordado el asunto. En tanto, el gerente general Brian Cashman informó que el receptor Gary Sánchez, un cotizado prospecto de la organización, podría ser subido a las mayores el miércoles para desempeñarse como bateador designado en el Yankee Stadium, otra señal que A-Rod tiene los días contados en el Bronx.
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