El jefe de la Policía, Nelson Peguero Paredes, ofreció un encomiable gesto de responsabilidad al ordenar la detención para fines de investigación del oficial y los agentes que sin ninguna autorización intervinieron en un encuentro que el movimiento social Poder Ciudadano celebraba el domingo en el Centro Bonó.
Como cabía suponer al caso se le dio de inmediato una lectura política, conectándolo incluso con las prohibiciones de las protestas que ha dispuesto el Ministerio de Interior y Policía en los alrededores de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (Oisoe).
La violación en que incurrieron los agentes fue un exceso que de lo menos que amerita es una investigación para establecer responsabilidades.
La cordura se impuso, pero con los caldeados que están los ánimos la penetración de los agentes pudo generar algún tipo de violencia, tal vez hasta con consecuencias lamentables. Al ordenar la detención de los oficiales y agentes el jefe de la Policía ha ofrecido un buen ejemplo. Sabe que esos abusos no se pueden permitir a nombre de la autoridad y el orden.
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