Hay una prensa tan empecinada en declarar a Loma Miranda Parque Nacional, que no admite otro argumento, ni siquiera los informes técnicos, hechos o en proceso. Esa prensa simplemente ha adoptado lo de Parque Nacional como dogma irrefutable contra lo que no cabe argumento alguno. Es la razón a la que atribuyo el que se quiera crucificar ante la opinión pública al único senador que se opuso a ese proyecto de ley.
A Félix Nova se le acusa de ser asalariado de Falcondo, de estar vendido y no sé cuántos epítetos insultantes más, por parte de hombres y mujeres de medios de comunicación que, otrora, solían exhibir profesionales flexibilidades para la investigación y así formarse juicios que le permitieran presentar a sus seguidores análisis bien sustentados.
Ahora, todo lo que se oponga a Loma Miranda, Parque Nacional, no admite análisis más que la etiqueta de Traidor a la Patria o Vendido a Falcondo.
No me parcializo ni a un lado ni al otro. De lo que daré testimonio, por comprobación personal, es que lo argumentado por el senador Nova sobre el descenso de la actividad económica en Bonao, no tiene nada de exageración.
Sería bueno que esa prensa de mollera cerrada se paseara un sábado noche por esa ciudad. Cuando vea la ausencia de actividad y gente en las calles, creerá que se vive una huelga general.
Bonao, en las noches sabatinas, era una ciudad con dinamismo extraordinario, vibrante, activa. A las nueve había tapones en la Av. Duarte, principal arteria comercial, y por todos lados los negocios de diversión y restaurantes estaban llenos de parroquianos. Vaya ahora y vea el cementerio nocturno que es Bonao.
Reitero que con este comentario no me muestro ni a favor ni en contra de la explotación de Loma Miranda. Solo digo que el senador Nova no ha exagerado y se ha sido injusto con bombardearle tantas acusaciones por ser defensor de su pueblo, que está padeciendo los latigazos de la suspensión de actividades de su principal fuente de ingresos. ¡El que quiera ver, que vaya!
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