El paradero de Dzhokhar Tsarnaev no lo averiguaron los sabuesos del FBI, sino un vecino de Watertown, el suburbio de Boston donde fue capturado anoche, que vio manchas de sangre en la funda de lona del barco y alertó a las autoridades, cuyo objetivo era arrestar al sospechoso con vida para despejar las incógnitas de la investigación. La recta final de la caza del 'sospechoso 2' -presunto coautor de los atentados de Boston el pasado lunes- comenzó cuando parecía que todo empezaba a desmoronarse, después de un día en que la ciudad estuvo en auténtico estado de sitio.
Las autoridades a cargo de su captura habían levantado el toque de queda que habían impuesto horas antes en la tarde del viernes al no dar con el sospechoso y no poder mantener paralizada el área de Boston durante más tiempo. Boston fue el viernes una ciudad sin bancos, sin librerías y sin tiendas de ropa y en el centro sólo estaba abierto un café regentado por varios italianos en la cima de Beacon Hill.
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