Analistas y exiliados coinciden en que la reforma migratoria que este lunes entra en vigor en Cuba, que flexibilizará los viajes al extranjero, no se traducirá en una migración masiva de cubanos a Miami, aunque sí supondrá un claro traslado de la presión hacia EEUU.
"En Miami desde luego poco se va a notar. De eso podemos estar seguros", dijo a Efe Jaime Suchlicki, responsable del Proyecto sobre la Transición en Cuba del Instituto de Estudios Cubanos y Cubano-Americanos de la Universidad de Miami.
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