El padre de la ingeniera Francina Hungría que se encuentra en el hospital Jackson Memorial de Miami en busca de una alternativa para salvar el ojo que le queda luego de ser baleada el 23 de noviembre, negó la información que circulaba esta mañana de que ya los médicos habían determinado que su hija había quedado ciega.
“Esta es una batalla de la que falta lo más importante”, expresó esta mañana Frank Hungría en declaraciones por teléfono desde la habitación en que se encuentra su hija.
Puntualizó al cierre de esta edición que estaban en espera de que personal del hospital trasladara a su hija al área en la que le drenarán la sangre coagulada que tiene en el ojo izquierdo para poder escanear la zona y evaluar profundamente la condición del órgano.
La Policía informó el sábado el apresamiento de tres de los cuatro hombres que participaron en el asalto en que fue herida de bala en la cara la ingeniera y anoche se entregó el cuarto de los imputados. La balearon a plena luz del día para robarle el vehículo en el que se desplazaba y así escapar de una multitud que los perseguía luego de que asaltaran una señora mayor.
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