Monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, arzobispado de la arquidiócesis de Santiago considera que las deportaciones hacia nuestro país de miles de dominicanos que han delinquido en Estados Unidos, tiende a agravar la inseguridad ciudadana que se vive aquí.
La institución religiosa define ese problema social como uno de los más graves que afecta a la sociedad dominicana, situación que atribuye a la desintegración de muchas familias y a la impunidad al no castigarse a quienes violan las leyes.
El editorial de la edición de su vocero escrito Camino, que circulará a partir de este domingo en los templos católicos nacionales, titulado “Más leña al fuego”, el arzobispado resalta que en los últimos meses han llegado más de 23 mil personas deportadas tras cumplir condenas por la comisión de delitos en Estados Unidos “graduados en el crimen, narcotráfico y otras modalidades violentas, que llegan aquí frustrados y buscando víctimas para devorar”.
Tras destacar que dentro del grupo hay personas que fueron expatriadas por delitos menores y que no representan ningún peligro para la paz ciudadana, el periódico sugiere que las autoridades vigilen a los que pueden ser entes activos de intranquilidad y violencia en los pueblos, barrios y campos donde han vuelto a vivir.
“No podemos permitir que se le eche más leña al fuego del desasosiego que consume nuestra tranquilidad”, se expone en el editorial, en el que se resalta que la inseguridad ciudadana es uno de los graves problemas que afecta la sociedad dominicana.
Puntualiza que esa situación preocupa porque trastorna la vida cotidiana, crea incertidumbre, la gente se recoge y vive como en una cárcel sin puertas “realidad que se incrementa cada día y tiene varias causas”.
Entre ellas cita la desintegración de muchas familias “que lanzan a la calle bombas de tiempo envueltas en seres humanos” y La impunidad “que estimula acciones vandálicas al ver que no sanción.
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