
No transcurre un año sin que un pelotero dominicano de Grandes Ligas “arme un lío” en la República Dominicana y esas acciones vergonzosas son producto de que los jugadores criollos no saben administrar el triunfo, la fama y el dinero, solo encuentran lambones y adulones, amigos no.
La mayoría de los peloteros son nuevos millonarios, que se llenan de mujeres a las cuales muchas veces golpean y se la pasan figureando en los pueblos llenos de miseria de donde salieron, y exhiben suntuosas yipetas, y muchos bultos.
Esas vagabunderías que cometen los jugadores se fortalecen en el país porque no se aplican sanciones ejemplares, y porque se ejecuta todo tipo de complicidad entre autoridades civiles y militares, y el caso más reciente esta en Bonao.
Los peloteros no reciben ningún tipo de castigo, se ven incitados a volver a lo mismo, por lo que andan de “fantoches" y "bulteros", con una bulla inmensa sin dejar dormir a las personas”, ya que no hay quien los pare y si los detienen entonces la corrupción se impone y "papeleta mata a menudo".
Los administradores de Grandes Ligas deberían aplicar entrenamientos psicológicos a sus jugadores profesiones para que se adapten a sus nuevas vidas, a fin de que sepan como asimilar el triunfo, el dinero y la fama, y no se vuelvan loco.
Nunca ha visto un señalamiento o pronunciamiento de las Grandes Ligas referente a esas situaciones y se critica que sean ellos los primeros en apoyarlos para que no cumplan las débiles sanciones que se les imponen.
Ninguno de los grandes y exitosos peloteros dominicanos de épocas pasadas se vieron envueltos en situaciones de ese tipo, y que todos tenían formulación hogareña, y tenían formación, ahora lo que hay es un paquetes de bulteros que dan pena, por eso hay que exigirle, que además del talento tengan por lo menos el 8vo curso aprobado...
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