
Esta fiesta, de origen religioso, pero que en la actualidad se considera una festividad secular, mezcla las tradiciones europeas y aborígenes, y se remonta al siglo XVII, cuando se celebraba el final del ciclo de cosecha para agradecer por la misma.
Hoy en día, en pleno siglo XXI las cosas han cambiado un poco, pues para dar inicio a la celebración el Presidente de los Estados Unidos tiene que perdonarle la vida a un pavo, costumbre que inició con el ex presidente John F. Kennedy durante su mandato (1961-1963).
Se espera que los estadounidenses coman alrededor de 45 millones de pavos este Día Acción de Gracias. Para cumplir con la demanda de esta ave, las granjas han producido alrededor de 248 millones de pavos, un dos por ciento más que el año pasado, según la Oficina del Censo de los Estados Unidos y la Federación Nacional del Pavo.
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