“Eso es un récord mundial”, asegura el mismo Alejo, quien, sin embargo, reconoce que el acontecimiento no fue registrado oficialmente, debido a que no se cumplieron con los procedimientos establecidos para este tipo de hazañas.
Alejo produjo esa histórica anotación el 26 de agosto del 1978 en el marco de un partido correspondiente al torneo de baloncesto superior de La Vega, en el que participaban los equipos de La Matica, Parque Hostos, Enriqullo, La Villa y Bonao. Actualmente, Carlos Alejo ejerce la medicina en su natal Bonao. El Mono, como había sido bautizado, llenó una época de emociones a nivel del basket provincial como del Distrito Nacional.
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