


“Ha habido algunos grupos de ese tipo en Noruega, pero nuevamente no voy a especular. Nosotros esperaremos a la investigación de la policía antes de decir cualquier cosa sobre el caso”, agregó.
La policía dijo que al menos 84 jóvenes habían muerto, así como empleados en las oficinas del Gobierno en Oslo, donde una bomba mató a siete personas anteriormente el viernes.
“Está más allá de la comprensión y es como una pesadilla. Una pesadilla para los jóvenes que murieron, para sus cercanos: madres, padres y hermanos que han debido enfrentar la muerte de manera brutal. Pero también para los sobrevivientes y sus familiares”, dijo Stoltenberg.
“Todos y cada uno de los que estuvo presente en Uteoya ha sido herido de por vida. Jóvenes que han experimentado cosas que nadie debería, temor, sangre y muerte”, sostuvo.
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