
Esta noche del 24 de diciembre, cada familia en la medida de sus posibilidades, celebra con una cena que debe tener un carácter de unificación o reunificación familiar. Se hace el empeño de cenar en colectivo, aun cuando por las tendencias modernas, son menos las familias que logran este saludable milagro.
El inicio
El origen de esta celebración es el nacimiento de Jesús, con toda su carga de esperanzadora promesa para el mundo cristiano, pero habría que establecer que la fijación del día corresponde a una orientación que así lo fija. Jesús no nació un 25 de diciembre, lo cual no resta valor a la conmemoración en función de su importancia, pero en términos cronológicos se deben hacer precisiones.
El obispo romano Liberio, en el año 354 de nuestra era crisitana, fue quien dispuso el 25 de diciembre como día para celebrar la Navidad.
Ya que diciembre es un mes frío y lluvioso en Judea, lo más probable es que por la noche los pastores hubieran buscado refugio para sus rebaños”.
La Iglesia Católica reconoció que Jesús no nació en esa fecha mediante un artículo de su periódico del Vaticano L’Osservatore Romano en el cual se lee: “Históricamente, la verdadera fecha del nacimiento de Jesús permanece bajo un velo de incertidumbre que no han podido levantar ni la historia romana, ni el censo imperial de aquella época, ni la investigación de siglos posteriores”.
El primer pavo asado con motivo de la Navidad lo ordenó servir Enrique VIII de Inglaterra, comida que se impuso en las mesas de los nobles españoles del Siglo XVIII, gracias a la influencia de influencia Austria, pero se mantuvo en los niveles altos de la sociedad hispana hasta el siglo XX cuando se integró a todo el cuerpo social.
La vez inicial
La primera navidad en que se festejó el 25 de diciembre fue en el año 125 de nuestra era cristiana, bajo el papado de Telésforo, pero la celebración no era como ahora. Es a partir de los inicios siglo XIX cuando adquiere su carácter actual. La costumbre de cantar villancicos, y que no comenzó con Noche de Paz, como se supone comúnmente, se inició en la Edad Media. La tradición de montar el árbol de navidad, por su parte, no fue establecida expresamente para reforzar el imaginario de la época de fin de año. Realmente se estableció en principio para celebrar el espíritu de la naturaleza, ya que estas especies vegetales representaban la fecundidad y la inmortalidad. Fue adoptado como símbolo navideño a mediados del Siglo VIII. Se comenzó a poner sin bombillos pero se entendió que lucirían mejor con algunas luminarias. De esta forma, los sopladores de vidrio de la ciudad de Bohemia, crearon lo que hacia falta para que los arbolitos se destacaran.
Navidad en América
La primera Navidad en tierras americanas fue en la isla de La Hispaniola, en 1492, a cargo de los invasores europeos que llegaron desde la vieja Europa, en el ánimo de explotar las nuevas tierras, mientras que los primeros misioneros de la Iglesia Católica, procuraban la evangelización de los nativos de las nuevas tierras y que, como en el caso de Fray Antón de Montesinos, se constituyeron posteriormente en la voz de protesta ante el exterminio de estos seres pacíficos sometidos por la fuerza a explotación y esclavitud por la crápula de mala ralea que acompañó a Cristóbal Colón en la aventura de conquista.
Buscar cómo celebrar
No todas las familias tienen la posibilidad de celebrar Nochebuena y Día de Navidad de la misma forma ni con los mismos recursos, debido a las diferencias sociales.
Cada quien lo hace a su modo, de acuerdo con lo que dispone, pero en esencia - aun cuando el motivo no siempre es lo fundamental- que quehacer ritual, ha transformado esta celebración en tiempo de reencuentro familiar.
Feliz Navidad.....
"Feliz Navidad y próspero año nuevo"
"Feliz Navidad y próspero año nuevo"
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