
Las autoridades tienen detenidos a los presuntos sicarios que actuaron en la trama criminal en la que Veras fue emboscado cuando entraba al parqueo del canal 25 de Santiago, alrededor de las 6:25 de la mañana.
El intermediario del sicariato fue identificado y está preso. Entre los pagados para ultimar al joven abogado se identifica a Francisco Alberto Carela Castro, quien también está ligado a una presunta red de extorsionadores, utilizando grabaciones hechas en moteles con la utilización de órdenes judiciales falsas.
Otro detenido, aunque no ha sido identificado, es señalado como la persona que habría robado la motocicleta con que se desplazaron los autores para la comisión del hecho.
Para ejecutar a Jordi Veras, se habría acordado el pago de RD$1.5 millones, de los cuales fueron avanzados RD$200,000 en papeletas de RD$20, y el dinero restante estaba supeditado al cumplimiento del "contrato".
En vista de que el atentado fue fallido, el presunto autor intelectual habría reclamado el cumplimiento del acuerdo para poder honrar el pago total del monto.
El panorama está consignado en una grabación hecha en la cárcel de Rafey-Santiago, donde se detalla el tipo de avenimiento a que se llegó con el alegado autor intelectual y las condiciones para el desembolso del dinero.
Una cinta con ese contenido llegó a manos de las autoridades, tras la captura de Carela Castro durante un operativo en que le fueron decomisados equipos, vídeos y documentos.
Conforme con investigadores, al no haberse completado el macabro plan, los matones a sueldo iniciaron una acción tendente a completar "la obra". De ahí la denuncia del padre de Jordi Veras, Ramón Antonio (Negro) Veras, de nuevos intentos para asesinar a su hijo, el cual tuvo que salir del país para evitar la consumación de la acción.
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