
Aseguró que la marcha se produce en recuerdo de los crímenes de odio, homicidio, violencia cotidiana, acoso y abuso que viven las personas de orientación homosexual.
"Mostrar afecto en público es un hecho cotidiano, no es un delito, es un acto democrático que permite construir relaciones sociales, políticas, culturales y económicas que rompen el esquema de tortura, dictadura y violencia", dijo por su parte Tania Hernández, otra de las activistas.
Aseguró que recientemente la Organización de Estados Americanos (OEA), aprobó una resolución sobre orientación sexual e identidad de género en la que expresa que "todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y que a cada persona le es dado ejercer todos los derechos y libertades existentes en ese instrumento sin distinción de cualquier naturaleza".
Afirmó que las autoridades locales son un espejo de doble moralidad, ya que por un lado atacan con violencia no sólo a las personas que expresan sus diferencias raciales, sexuales, estéticas, ecológicas sino a los movimientos sociales que articulan acciones colectivas en el espacio público, mientras conviven y son cómplices de la corrupción, el narcotráfico, la trata de personas, el abuso sexual y la pornografía infantil.
Los participantes en la marcha iniciaron el recorrido en el malecón de Santo Domingo en vehículos decorados con las banderas dominicana y del "arcoiris" vigilados por unidades de la Policía Nacional.
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