"¿Son 90 años?" "Si, señor", dijo raudo. "¡Hay quienes dicen que son más!", "Ojalá", respondió. Así inició Joseíto Mateo su conversación,
P. ¿Cuál ha sido su año más feliz en estos 90?
R. Sinceramente, en el 55, cuando estuve en La Habana cantando con La Sonora Matancera. Y al final en el que más sufrí, cuando no pude grabar con esa agrupación.
P. ¿Por qué no grabó?
R. Cuestiones de política. Entonces estaba la dictadura de Trujillo; y después de lograr el sueño dorado de mi vida y a un tris de grabar, tuve que dejarlo y regresar, pues no tuve el valor de quedarme en Cuba: tenía que hacerme enemigo del régimen.
P. ¿Le hacían presión?
R. Me presionaban los dominicanos enemigos de Trujillo, que eran de Juan Bosch, pues allí se fundó el PRD.
P. ¿Tuvo enfrentamientos?
R. Yo trabajaba en el club Sierra y allí se presentó un grupo de ellos y me preguntaron que si yo era trujillista; les dije que sí; porque tenía miedo que si decía que no, mi familia tuviera problemas acá.
P. ¿Cómo pensaba Ud. de Trujillo?
R. Lo mismo que pienso ahora. Que declararse enemigo de Trujillo era muy peligroso. Habían dominicanos que tenían sus razones para serlo, y eran muy valientes. Hasta ofrendaron su vida para libertarnos de la tiranía de Trujillo.
P. ¿Usted se consideraba valiente?
R. No sé si era valiente. Yo era conservador.
P. Cuántos años lleva en escena?
R. Una cosa es estar en escena y otra en el negocio. A los 15 años ya estaba en la calle, haciendo música. Llevo 75 llevándole música al pueblo.
P. ¿Por qué el Rey del merengue?
R. Yo no me lo puse. Eso me lo puso el pueblo. Cuando el Congreso preguntó, los demás artistas del género estuvieron de acuerdo unánimemente por mi larga carrera en nuestra música folclórica.
P. ¿Cómo quiere despedirse de los escenarios?
R. Cuando me vaya a retirar quiero que me hagan un espectáculo que se llame La Gran Despedida, y que todos los merengueros de hoy y de ayer me despidan con un tema mío en el Gran Teatro del Cibao, el Teatro Nacional y el United Palace de Nueva York. Quiero que se canten algunos inéditos y que Johnny Ventura cante "Merenguero hasta la tambora", que eso no hay quien se lo quite.
P. ¿Cuál ha sido su año más feliz en estos 90?
R. Sinceramente, en el 55, cuando estuve en La Habana cantando con La Sonora Matancera. Y al final en el que más sufrí, cuando no pude grabar con esa agrupación.
P. ¿Por qué no grabó?
R. Cuestiones de política. Entonces estaba la dictadura de Trujillo; y después de lograr el sueño dorado de mi vida y a un tris de grabar, tuve que dejarlo y regresar, pues no tuve el valor de quedarme en Cuba: tenía que hacerme enemigo del régimen.
P. ¿Le hacían presión?
R. Me presionaban los dominicanos enemigos de Trujillo, que eran de Juan Bosch, pues allí se fundó el PRD.
P. ¿Tuvo enfrentamientos?
R. Yo trabajaba en el club Sierra y allí se presentó un grupo de ellos y me preguntaron que si yo era trujillista; les dije que sí; porque tenía miedo que si decía que no, mi familia tuviera problemas acá.
P. ¿Cómo pensaba Ud. de Trujillo?
R. Lo mismo que pienso ahora. Que declararse enemigo de Trujillo era muy peligroso. Habían dominicanos que tenían sus razones para serlo, y eran muy valientes. Hasta ofrendaron su vida para libertarnos de la tiranía de Trujillo.
P. ¿Usted se consideraba valiente?
R. No sé si era valiente. Yo era conservador.
P. Cuántos años lleva en escena?
R. Una cosa es estar en escena y otra en el negocio. A los 15 años ya estaba en la calle, haciendo música. Llevo 75 llevándole música al pueblo.
P. ¿Por qué el Rey del merengue?
R. Yo no me lo puse. Eso me lo puso el pueblo. Cuando el Congreso preguntó, los demás artistas del género estuvieron de acuerdo unánimemente por mi larga carrera en nuestra música folclórica.
P. ¿Cómo quiere despedirse de los escenarios?
R. Cuando me vaya a retirar quiero que me hagan un espectáculo que se llame La Gran Despedida, y que todos los merengueros de hoy y de ayer me despidan con un tema mío en el Gran Teatro del Cibao, el Teatro Nacional y el United Palace de Nueva York. Quiero que se canten algunos inéditos y que Johnny Ventura cante "Merenguero hasta la tambora", que eso no hay quien se lo quite.
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