
La República Dominicana está siendo colapsada por el torpedeo sistemático y corrompido del narcotráfico nacional e internacional, con la complicidad de los gobiernos que nos han dirigidos y el soporte desmoralizado y cómplice de los cuerpos castrenses del país, donde se anida la propia justicia.
Estamos embarrados de problemas, producto del narcotráfico internacional, donde el país se ha convertido en la meca de las drogas y donde se anidan delincuentes de todas las naciones, que de manera ilegal y con los ojos vendados del propio gobierno han logrado cruzar las aguas del mar caribe y los linderos fronterizos para hacer escala en esta “libre patria”.
Aunque las autoridades gubernamentales no lo quieran entender, ni reconocer, en los últimos tiempos la República Dominicana, se ha convertido en un país fallido, en un narcoestado, donde no hay seguridad, donde los hijos han de ser protegidos por sus padres, porque si salen sólo a las calles, son secuestrados, atracados o tentado por el narcotráfico.
A pesar de toda esta barahúnda de problemas de estado en lo que nos encontramos actualmente, no todo está perdido. Los dominicanos podemos reponernos de la crisis, enfrentando los gobiernos, la justicia y a los políticos corruptos, quienes han desacreditado el país, mediante el uso indebido del dinero generado por el narcotráfico para hacer campaña y enriquecerse ilícitamente.
No todo está perdido, olvidemos a quienes dirigen los partidos políticos, acostumbrémonos a vivir sin gobierno, sin senadores, sin diputados, sin síndicos y sin regidores. Un consejo, planifíquese para los días por venir y elabore su propio plan de desarrollo estratégico sin tener que vender sus convicciones, no se meta a narcotraficante, no se desespere. El país dominicano ha colapsado, pero no podemos seguir el ejemplo de quienes lo han destruido, debemos dar el ejemplo del cambio, para que nuestros ancestros nos sigan los pasos.
Sin embargo, pese a que tenemos un país donde se premia a los ladrones, se condena a la gente seria, se cobra una energía que no se le ofrece a quienes demandan de ese servicio, se cobra una “agua potable” que no tenemos, se premia a los narcotraficantes, se reconoce a los políticos corruptos y bandidos, se cobra la famosa cuota de recuperación a los humildes que van en busca de salud a los hospitales y se reconoce a los sindicalistas o empresarios del transporte terrestre, no todo está perdido, los dominicanos somos gente buena que podemos superar esta y todas las crisis que vengan.
Nos encontramos en un país donde si el dominicano busca trabajo en el gobierno, primero le piden el carnet del partido gobernante, como si no fuera parte del estado, de lo contrario no es posible, por no ser de los compañeritos. No se desespere, si usted busca trabajo y no encuentra, cree su propio negocio, sea emprendedor, no se bloquee, el país es grande, no venda drogas, tampoco piense en irse en yola, eche el pleito aquí. Los hombres y mujeres valiosos no abandonan su patria.
Estamos embarrados de problemas, producto del narcotráfico internacional, donde el país se ha convertido en la meca de las drogas y donde se anidan delincuentes de todas las naciones, que de manera ilegal y con los ojos vendados del propio gobierno han logrado cruzar las aguas del mar caribe y los linderos fronterizos para hacer escala en esta “libre patria”.
Aunque las autoridades gubernamentales no lo quieran entender, ni reconocer, en los últimos tiempos la República Dominicana, se ha convertido en un país fallido, en un narcoestado, donde no hay seguridad, donde los hijos han de ser protegidos por sus padres, porque si salen sólo a las calles, son secuestrados, atracados o tentado por el narcotráfico.
A pesar de toda esta barahúnda de problemas de estado en lo que nos encontramos actualmente, no todo está perdido. Los dominicanos podemos reponernos de la crisis, enfrentando los gobiernos, la justicia y a los políticos corruptos, quienes han desacreditado el país, mediante el uso indebido del dinero generado por el narcotráfico para hacer campaña y enriquecerse ilícitamente.
No todo está perdido, olvidemos a quienes dirigen los partidos políticos, acostumbrémonos a vivir sin gobierno, sin senadores, sin diputados, sin síndicos y sin regidores. Un consejo, planifíquese para los días por venir y elabore su propio plan de desarrollo estratégico sin tener que vender sus convicciones, no se meta a narcotraficante, no se desespere. El país dominicano ha colapsado, pero no podemos seguir el ejemplo de quienes lo han destruido, debemos dar el ejemplo del cambio, para que nuestros ancestros nos sigan los pasos.
Sin embargo, pese a que tenemos un país donde se premia a los ladrones, se condena a la gente seria, se cobra una energía que no se le ofrece a quienes demandan de ese servicio, se cobra una “agua potable” que no tenemos, se premia a los narcotraficantes, se reconoce a los políticos corruptos y bandidos, se cobra la famosa cuota de recuperación a los humildes que van en busca de salud a los hospitales y se reconoce a los sindicalistas o empresarios del transporte terrestre, no todo está perdido, los dominicanos somos gente buena que podemos superar esta y todas las crisis que vengan.
Nos encontramos en un país donde si el dominicano busca trabajo en el gobierno, primero le piden el carnet del partido gobernante, como si no fuera parte del estado, de lo contrario no es posible, por no ser de los compañeritos. No se desespere, si usted busca trabajo y no encuentra, cree su propio negocio, sea emprendedor, no se bloquee, el país es grande, no venda drogas, tampoco piense en irse en yola, eche el pleito aquí. Los hombres y mujeres valiosos no abandonan su patria.
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