
El cura rebelde
“Siempre me he sentido como un hombre del siglo XXI atrapado un poco en una institución del siglo XVIII”, admitió el sacerdote ante la periodista Teresa Rodríguez, con una locuacidad inusual en un clérigo.
El “cura rebelde” –tal como se autodenominó durante la charla– admitió que durante mucho tiempo luchó por ser consecuente con la promesa de castidad de su oficio. “Yo traté con todo mi corazón de ser fiel a Cristo, pero fallé”, afirmó Cutié. Dicho esto, agregó de inmediato: “Aquí no hay un crimen. [...] ¿Culpabilidad? ¿Me siento mal, horrible? ¡No! Yo soy un hombre. Debajo de la sotana hay pantalones". Ciertamente, desde el principio de la charla, el sacerdote puertorriqueño de origen cubano trató de establecer una distancia prudente entre sus puntos de vista y los del catolicismo.
"La Iglesia está comprometida con su verdad", dijo. "¡Está bien! [Pero] a mí no me funcionó. No estoy diciendo que no les funcione a mis hermanos sacerdotes ni al resto del pueblo de Dios. Si quieren ser católicos, que Dios los bendiga, pero a mí esto no me funcionó". Ante cámaras, Teresa Rodríguez le mostró la edición de TVnotas donde aparecieron las fotos del escándalo. Cutié las veía por primera vez. "¿Que sientes cuando ves todo esto?", preguntó la periodista cubana.
"Eso se llama amor. ¿Qué puedo decir?", respondió el cura, sonriente. Aunque Cutié rehusó confirmar el nombre de su pareja -a quien calificó como una mujer "físicamente bella"-, el equipo de Aquí y Ahora la identificó como Ruhama Buni Canellis, una mujer de 35 años, de origen griego-guatemalteco, divorciada, madre de un adolescente de 14 años, con quien el clérigo parece tener también una buena relación. "¿Estás enamorado?", preguntó la periodista. "Sí", fue la respuesta breve y rotunda de Cutié, quien incluso dejó abierta la posibilidad de casarse con Canellis. "[Casarse sería] lo normal, ¿no? Llevo mucho tiempo luchando con esa idea. Siempre, desde joven, soñé con estar casado, tener diez hijos".
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