
Los periódicos provinciales son tan buscados como los diarios de circulación nacional. Ya sea semanal, quincenal o mensual, ponen en circulación miles de ejemplares donde recogen especialmente los problemas de las comunidades que representan. El Cometa en Higüey, El Higüamo en San Pedro de Macorís, El Faro en Puerto Plata, La Voz Oriental en La Romana, El Jaya en San Francisco de Macorís y El Observador circulan con gran aceptación en toda la zona del Nordeste.
Según el periodista e investigador Oscar López Reyes, autor del libro “El otro periodismo, el de provincias”, “todos los grandes periódicos juntos no tienen más circulación que los periódicos de los pueblos”. Aunque la circulación se produce de manera semanal, quincenal o mensual, y pese a que no cuentan con el apoyo de las grandes agencias publicitarias, los residentes de los municipios consumen entre 2 mil y 5 mil ejemplares de sus periódicos y revistas regionales al mes. Se leen más que los “mal llamados diarios nacionales”, sigue López Reyes, porque “la gran prensa” le dedica cada vez menos espacio a las informaciones de provincias y el público de los pueblos está ávido de noticias sobre su comunidad, no generales.
Antes -y en algunos casos sigue siendo así- el amor por la cultura y el romanticismo periodístico motivaban las publicaciones en el interior del país. Desde hace unos 35 años, sin embargo, estas publicaciones responden también a otros intereses.
Cansados de que los grandes medios “discriminaran” las informaciones que enviaban como corresponsales, muchos comunicadores de provincias decidieron crear sus propios medios y reservar las “mejores” noticias para sus compueblanos.
Según el periodista e investigador Oscar López Reyes, autor del libro “El otro periodismo, el de provincias”, “todos los grandes periódicos juntos no tienen más circulación que los periódicos de los pueblos”. Aunque la circulación se produce de manera semanal, quincenal o mensual, y pese a que no cuentan con el apoyo de las grandes agencias publicitarias, los residentes de los municipios consumen entre 2 mil y 5 mil ejemplares de sus periódicos y revistas regionales al mes. Se leen más que los “mal llamados diarios nacionales”, sigue López Reyes, porque “la gran prensa” le dedica cada vez menos espacio a las informaciones de provincias y el público de los pueblos está ávido de noticias sobre su comunidad, no generales.
Antes -y en algunos casos sigue siendo así- el amor por la cultura y el romanticismo periodístico motivaban las publicaciones en el interior del país. Desde hace unos 35 años, sin embargo, estas publicaciones responden también a otros intereses.
Cansados de que los grandes medios “discriminaran” las informaciones que enviaban como corresponsales, muchos comunicadores de provincias decidieron crear sus propios medios y reservar las “mejores” noticias para sus compueblanos.
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