
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), los tumores malignos representan actualmente la segunda causa de mortalidad en la población masculina mayor de 65 años, con 14.5% del total de defunciones, de los cuales 22 de cada 100 se debieron a cáncer de próstata. En el cáncer de próstata, influyen la edad, la ingesta de grasas en la dieta, los factores genéticos, puesto que si el padre o el abuelo lo padecieron el riesgo se eleva nueve veces, y las enfermedades de transmisión sexual con herpes virus y citomegalovirus. En las primeras etapas de la enfermedad, ésta se limita a la próstata y no suele ser mortal. Sin embargo, la enfermedad puede diseminarse a otras partes del cuerpo, sobre todo a la columna vertebral y al cráneo y, con el tiempo, causar la muerte.
Detecta oportunamente
Por ello, las acciones de detección oportuna son una herramienta que permite incorporar al paciente al tratamiento a tiempo, para impedir la progresión de la enfermedad.Es importante saber reconocer sus síntomas, cuando inicia, por lo general no se presenta sintomatología, pero conforme progresa, el afectado tiene dificultad para comenzar a orinar, por ejemplo sale un chorro débil y con interrupciones, orina con frecuencia, tiene la sensación de que la vejiga no se vacía, se despierta durante la noche para ir al baño, tiene goteo al terminar la micción y la vejiga está distendida, lo que a su vez causa hinchazón abdominal. El examen requiere una exploración física completa con tacto rectal, ultrasonografía, resonancia magnética y análisis de sangre. Cuando se detecta a tiempo el 90% de los pacientes sobrevive 15 años más. La progresión de la enfermedad está a menudo acompañada con el comienzo de síntomas asociados con la enfermedad ya avanzada, incluyendo dolor de huesos y de espalda, los cuales llegan a causar dificultad en el caminar y al llevar a cabo otras actividades cotidianas. El médico será quien elija el mejor tratamiento para el hombre diagnosticado con cáncer de próstata, entre esas opciones se encuentra la bicalutamida, que es un fármaco antiandrógeno no esteroideo oral que ha demostrado reducir el riesgo de muerte en un 35% cuando los pacientes son tratados con radioterapia y bicalutamida 150mg en comparación con la radioterapia sola, además se encarga de evitar que la testosterona estimule el crecimiento del tumor. Recuerde que la prevención puede evitar que se llegue a casos extremos, por ello, es importante revalorar el tiempo que se invierte en el trabajo y hacer un espacio para realizarse una revisión a tiempo. El profesor Manfred Wirth, del Departamento de Urología de la Universidad Técnica de Dresden, Alemania, declaró: “un diagnóstico de cáncer de próstata es verdaderamente devastador para el paciente. Un tratamiento que pueda extender la vida del paciente, o retrasar el comienzo de la enfermedad, es la meta final para manejar esta situación”.
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