
BONAO.-El paso reciente por el país de las tormentas Noel y Olga, ha puesto en evidencia la vulnerabilidad de varios asentamientos humanos que se han establecido a lo largo de cursos de agua, en todo el territorio nacional y, en particular, en las márgenes del Río Yuna. Tal como es el caso de la ciudad de Bonao y prácticamente todos los municipios y poblados de importancia de la Provincia Monseñor Noel. Bonao como municipio cabecera de la provincia, está ubicado justo en la llanura del pie de monte de la Cordillera Central, sobre el cono de deyección que hace el Río Yuna al descender torrencialmente desde las estribaciones de las cumbres montañosas cordilleranas y comenzar a remansarse en su cuenca media. Pero lo mismo ocurre con los municipios de Maimón y Piedra Blanca, ambos ubicados en la margen oriental del Río Maimón. Juan Adrián, Rincón de Yuboa, Sonador, Juma, Los Quemados, Caribe y decenas de poblados más, tienen en común su ubicación muy próxima a las márgenes de los ríos y otras fuentes de aguas menores, pero que en tiempos de huracanes o tormentas tropicales, que traen fuertes precipitaciones, hacen crecidas que ponen en riesgo, propiedades, bienes y vidas humanas. El presente informe preparado por el Equipo Ambiental de la Academia de Ciencias de la República Dominicana, a solicitud de la Federación de Asociaciones para el Desarrollo del Yuna, tiene por finalidad describir la problemática que envuelve a los asentamientos humanos de la Provincia Monseñor Nouel y en particular, de la ciudad de Bonao, la principal ciudad de esta demarcación geográfica, indicando las acciones que se estiman pertinentes, para disminuir su vulnerabilidad ante eventos climáticos de gran magnitud.
II.- PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
· Vulnerabilidad: Bonao es una ciudad desarrollada en el cono de deyección aluvional del Río Yuna, justo en su margen oriental, razón por la cual, viven en una constante amenaza o vulnerabilidad ante las avenidas del mismo en temporadas ciclónicas y fenómenos climáticos anómalos, que provocan intensas precipitaciones.
· Alta Pluviometría, Torrencialidad y Sedimentación: La cuenca del Alto Yuna, de relieve muy accidentado y ubicada en las estribaciones nororientales del segundo sistema orográfico más grande del país (Alto Bandera – El Pichón); es una de las zonas del territorio nacional con mayores niveles de precipitación, razón por la cual, todos los afluentes del Yuna evidencian altos niveles de torrencialidad y sedimentación. Deforestación: El Alto Yuna tiene dos subcuencas (Yuna – Avispas y Blanco – Tireo), ambas sumamente deterioradas, por la pérdida de su cobertura forestal a causa de varios factores que se combinan negativamente: horticultura intensiva en la zona de Tireo, agricultura itinerante de subsistencia en la zona de Blanco – La Bola – Colorado y ganadería extensiva en el resto de la cuenca. Cobertura Forestal Insuficiente: Los escasos parches forestados del bosque nublado del parque nacional Juan Bautista Pérez Rancier, de las cabeceras de algunos tributarios del Yuna y los pequeños embalses de las presas de Blanco, Tireíto, Arroyón y Ahora Pinalito; no son garantía suficiente para captar, almacenar y retardar el tiempo de concentración de las aguas que producirían lluvias intempestivas iguales o superiores a las presentadas con las tormentas Noel y Olga. Niveles de Riesgos: Todos estos factores concurrentes: Bonao recostado sobre la margen derecha del Yuna, topografía escarpada por la irregularidad del relieve y las más altas estribaciones de la Cordillera Central, niveles extremos de deforestación en zonas de altísima pluviometría y cursos de aguas de gran torrencialidad; son claros indicadores del alto grado de vulnerabilidad (nivel de riesgo), al cual está sometido el principal asentamiento humano de la provincia Monseñor Nouel.
II.- PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
· Vulnerabilidad: Bonao es una ciudad desarrollada en el cono de deyección aluvional del Río Yuna, justo en su margen oriental, razón por la cual, viven en una constante amenaza o vulnerabilidad ante las avenidas del mismo en temporadas ciclónicas y fenómenos climáticos anómalos, que provocan intensas precipitaciones.
· Alta Pluviometría, Torrencialidad y Sedimentación: La cuenca del Alto Yuna, de relieve muy accidentado y ubicada en las estribaciones nororientales del segundo sistema orográfico más grande del país (Alto Bandera – El Pichón); es una de las zonas del territorio nacional con mayores niveles de precipitación, razón por la cual, todos los afluentes del Yuna evidencian altos niveles de torrencialidad y sedimentación. Deforestación: El Alto Yuna tiene dos subcuencas (Yuna – Avispas y Blanco – Tireo), ambas sumamente deterioradas, por la pérdida de su cobertura forestal a causa de varios factores que se combinan negativamente: horticultura intensiva en la zona de Tireo, agricultura itinerante de subsistencia en la zona de Blanco – La Bola – Colorado y ganadería extensiva en el resto de la cuenca. Cobertura Forestal Insuficiente: Los escasos parches forestados del bosque nublado del parque nacional Juan Bautista Pérez Rancier, de las cabeceras de algunos tributarios del Yuna y los pequeños embalses de las presas de Blanco, Tireíto, Arroyón y Ahora Pinalito; no son garantía suficiente para captar, almacenar y retardar el tiempo de concentración de las aguas que producirían lluvias intempestivas iguales o superiores a las presentadas con las tormentas Noel y Olga. Niveles de Riesgos: Todos estos factores concurrentes: Bonao recostado sobre la margen derecha del Yuna, topografía escarpada por la irregularidad del relieve y las más altas estribaciones de la Cordillera Central, niveles extremos de deforestación en zonas de altísima pluviometría y cursos de aguas de gran torrencialidad; son claros indicadores del alto grado de vulnerabilidad (nivel de riesgo), al cual está sometido el principal asentamiento humano de la provincia Monseñor Nouel.
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