BONAO.-Aunque hace una semana desde que los aguaceros que trajo la tormenta tropical Noel azotaron a esta comunidad, la tragedia y los destrozos son todavía apreciables en los rostros de los habitantes, así como el camino que se abrió el río Maimón entre las casuchas. En el barrio Quinto Centenario, adonde habitan unas 600 familias, los restos de árboles y desperdicios en los techos evidencian la altura que alcanzaron las aguas que dejaron en la miseria a la comunidad de escasos recursos. Las piedras y el barro destruyeron por completo las pequeñas plantaciones y negocios de la zona. Perla Espinal, una vecina, narró el terror que vivió cuando pasadas las 1:30 de la madrugada del pasado domingo 28 el río le sorprendió hasta el nivel de la cintura. La propietaria de un salón de belleza y madre de dos hijos, uno de 13 años y otro de 10, recordó con voz entrecortada cómo ella y sus vecinos se guarecieron hasta el amanecer sobre el techo de una iglesia cercana.Como reviviendo la escena, mostró las heridas en sus manos por la fuerza con que tocó a la puerta de sus vecinos intentando alertarlos para que despertaran. Mas tarde, dijo, comenzó a lanzar piedras contra las casas, mientras gritaba “viene el río”.Moradores, que se habían apostado en el lugar y aprovechaban para interrumpir destacando sus propias historias de sobrevivencia, se quedaron perplejos mirando a la mujer como si reconocieran haber escuchado la singular voz de alarma.Dijeron que un árbol de aguacate salvó milagrosamente la vida de 17 personas del sector, quedando agarrados hasta avanzada la mañana del lunes. Hasta el momento no se han registrado muertes de manera oficial, aunque sí la desaparición de cinco niños, incluyendo uno de dos años de edad.
Habla el gobernador
El gobernador provincial, Néstor Francisco Melenciano, calificó como “desastrosa” la situación de la localidad, donde dijo se registraron 15 muertos, diez desaparecidos y más de 1,500 damnificados. Afirmó que la tormenta dejó pérdidas para la agricultura, ganadería e infraestructura cercana a los RD$2 mil millones. Francisco destacó que sólo la comunidad La Ceibita, del Rincón de Yuboa, donde viven unas 250 familias, permanecía ayer incomunicada luego de que este fin de semana se restableciera el tránsito en otras cinco. La provincia, que alberga a unos 180 mil habitantes, fue una de las más afectadas por el fenómeno natural que desbordó los ríos Juma, Masipedro, Yuna, Maimón y Jayaco. Al hacer un balance general, Francisco Melenciano sostuvo que entre locales de iglesias y centros comunales, había 18 refugios, de los que apuntó sólo uno pertenece a un centro estudiantil, la Escuela Ambrosina Ramírez, de Piedra Blanca. En ese sentido, el gobernador garantizó que a partir de hoy se normalizará la docencia en la provincia, para lo que apuntó se han estado desarrollando labores de limpieza y de organización en los planteles.
Política de viviendas
Francisco Melenciano anunció que la gobernación y el Instituto Nacional de la Vivienda (Invi) realizan levantamientos en las comunidades ubicadas a orillas de los ríos con la intención de reubicarlos. Subrayó que el completo habitacional de Villa Liberación, se creó en el año 1998 tras el paso del huracán George, donde se reubicó a muchos damnificados en unas 900 casas.
Solidaridad
La gobernación de la provincia Monseñor Nouel recibió muestras de solidaridad de las autoridades de Puerto Plata e Imbert, así como de un grupo de comunicadores procedentes de Dajabón quienes entregaron cinco camiones repletos de ropa, zapatos, enlatados, embutidos y víveres que habían recolectado durante un telemaratón. El gobernador, Néstor Francisco Melenciano, informó que las donaciones serán entregadas a través de una pastoral social ecuménica que agrupa a las iglesias católica y evangélica, así como a representantes del sector privado.
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